Es una experiencia que invita a experimentar el placer de conocerse y expresarse teatralmente.
¿En que consiste el taller?
- Gratificante (carácter lúdico)
- Participativa (facilita y promueve la participación de todos los integrantes)
- Vivencial (se trabaja en el aquí y ahora)
- Transformadora (Utilizamos el concepto de vitalidad y los recursos humanos)
- Integradora (teatro y salud de vida)
¿Que beneficios ofrece
- Crecer en el autoconocimiento.
- Fortalecer la autoconfianza y la confianza en los demás.
- Fortalecer la autoconfianza y la confianza en los demás.
- Aprender nuevas herramientas para la vida diaria.
- Conocer más plenamente el entorno.
- Tomar contacto con diferentes modos de pensar, aprender y accionar sobre uno mismo y los demás.
¿Para quienes va dirigido?
Para los jóvenes y adultos que están involucrados y abiertos a aprender de la experiencia de vivir.
¿Qué son los sentidos?
Contamos con los sentidos orientados hacia nuestra relación con el entorno: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Estos sentidos nos muestran lo disponible y no disponible del entorno, con los que debemos lidiar y ajustarnos hoy.
También tenemos los sentidos orientados a nuestro sentido interior: sentido de la posición, visceral, del movimiento, emotivo y de las imágenes visuales. Es a través de estos sentidos que podemos darnos cuenta de cómo estamos en cada momento.
Todos los sentidos conforman el fondo sensorial. De dicho fondo sensorial surgen los recursos creativos y la fuente vital con que cuentan las personas.
El aprendizaje solo es posible viviendo y estando presente en cada experiencia. Como son los sentidos quienes nos dan la información del aqui y ahora, consideramos que la exploración y el reconocimiento de los sentidos por medio de la expresión teatral, serán enriquecedores y nutritivos para la vida de las personas.
¿Por qué trabajamos con el teatro?
Porque la actividad teatral parte del autoconocimiento. Para construir los personajes a interpretar, debemos primero conocernos a nosotros mismos. El teatro utiliza los elementos expresivos de la persona y los expande para luego volcarlos en el personaje.
En la primera instancia del aprendizaje teatral, es necesario trabajar la apertura de los canales expresivos en un espacio de contención. A través de diversos ejercicios, adaptados a cada situación, grupo y persona, progresivamente se los guía para que puedan fluir y darle un sentido al potencial creativo que va surgiendo.
Cada persona es un instrumento diferente. Para poder tocar, por ejemplo, un violín debemos primero conocer su composición, su capacidad sonora, sus cuerdas y notas. El autoconocimiento nos permite reconocernos como instrumento, ver nuestras capacidades individuales, para luego poder aplicar estos conocimientos para la actuación y/o la vida. El teatro recrea la vida en escena.
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